Gracias a ella, los Nomeolvides y los guisantes están empezando a crecer, y tengo más agua reciclada para seguir regando.
Y con ella, llegan las fallas. Tengo ganas de salir, y no sólo para moverme de una casa a otra. Pero no tengo ganas ni ideas de qué o cómo planificar algo. Y eso es malo porque sé que nadie más lo va a hacer.
En fin. Ya he acabado todos los exámenes. Y parece que medianamente bien.
Eso es todo por hoy.